Cocinando en Brasil
Para los que me leen saben que cocino, que que viaje por trabajo y que siempre trato de compartir momentos o cosas que me generan algo de cada lugar a donde voy o de lo que sea que esté pasando a mi alrededor. Puedo decir que es como un diario íntimo que se comparte, porque la verdad es que cada vez hablo más y comparto más con personas físicas desde que estoy escribiendo acá y compartiendo con ustedes. Hoy les quiero mostrar unas fotos de mi trabajo que no suelo mostrar mucho, en una oportunidad fui como invitado a un resto de una amiga mía brasileña que no sé porque motivo aún no es mundialmente famosa. Pero no debe faltar mucho para que suceda y Roberta la conozca en todos lados.
Lo cierto es que nos conocimos en Uruguay cocinando y nos hicimos muy amigas, ese viaje fue realmente excelente, no solamente por tener la oportunidad de abrir tanto mi mente con su manera de cocinar sino tanto más por la clase de mujer que es. Es una de esas personas que te das cuenta prácticamente sin conocerla que es amor, que no tiene maldad y que solo pueden salir cosas buenas de ella. Si es mal hablada putea mucho y eso me resultaba muy gracioso y recuerdo que volví muy cansado del viaje porque cuando terminamos de cenar nos la pasabamos hablando y tomando y fumando hasta altas horas en la noche y al otro dia dolía un poco pero valió cada segundo.
A mi regreso del viaje seguimos en contacto y realmente hablamos al menos una vez cada quince o veinte días y siempre quedamos en contacto para cruzarnos en algún viaje por algún país vecino. Ella siempre viaja mucho para Uruguay entonces nos mantenemos en contacto porque también yo quiero hacerla venir jajaja alguna vez vino pero aun no eramos amigos.
Después de un año masomenos ella quería hacer una gira por Brasil y quería tener gente invitada cocinando en su resto entonces me pregunto si me copaba ella me daba lugar donde dormir y todo pago durante 10 días pero a mi eso no me importaba yo solamente quería ir a estar con ella y disfrutar de su compañía, entonces le propuse ir antes para vernos y poder tener esos ratos de distendernos y charlar hasta que nos quedemos dormidos en el sillón y hicimos trato.
Me fui para su casa en un morro hermoso en Rio. Nos pasamos unos días previos al laburos increíbles paseando por todos lados y hablando hasta no acordarnos cómo llegamos a la cama. Pero la experiencia no terminó ahí, yo me quedé diez días más trabajando en su resto y hicimos algunas cosas muy ricas al horno con leña y unas frituras hermosas que fueron casi todas cosas de su carta pero con detalles que entre los dos elegimos para darle mi toque.
Y estas son las creaciones que hicimos con esta bb hermosa que siempre me da felicidad siempre tiene algo para compartir y que me entiende como si hubiéramos sido separados al nacer. Es muy loco que tengamos esa conexión sin compartir mucho tiempo juntos. Pareciera que me conoce y yo a ella como si viviéramos juntos y supiéramos todo del otro, hasta incluso como pensamos y sentimos.