Al ver esta iniciativa donde fui invitada, sentí la necesidad de poner parte de mi vida y de mi historia y lo que para algunos parezca normal para mi no lo fue, así que en mi mente empecé a recordar cosas de mi infancia que consideraba un lujo, y de verdad que no encontraba algo en donde hablar y expresarme ya que para bien o para mal mis padres siempre nos dieron lo que queríamos, siempre tuvimos lo necesario y siempre salíamos a comer cuando mi padre cobraba su quincena, era una fecha que esperábamos con paciencia, algunas veces íbamos al parque también para comer algo rico, siempre recuerdo eso con amor.

En mis clases siempre tuve mis utiles completos ya que lo recibimos por medio del trabajo de mi padre, eso nunca nos faltó, mas bien nos sobraba y terminábamos regalando a amistades o familiares ya que mi madre alteraba las lista para poder meterlas en el trabajo de mi padre y así tener a posterior en el año escolar y para repartir a alguien que lo necesitara, en esa parte fue genial, recibí eso hasta la universidad; las citas médicas en partes privadas también fueron algo parte de mi vida, y nuestras navidades siempre recibíamos lo que pedíamos, sinceramente eso me fascino y quedo agradecida con mi padre por mantener nuestro hogar, pero hubo cosas que no logre comer o visitar, porque pensé que eran un lujo.

Una de las cosas que pensaba que eran un lujo , era ir a MacDonald y para todo aquel que conoce esta red de tiendas para comida rapida sabe lo que hablo y lo bonito que es para los niños visitar, sabemos que en mi ciudad en ese entonces no había estos sitios, o al menos no los conocía, luego los empecé a ver y nunca pudimos ir, no se si era por el costo o por otra cosas, pero no entramos jamás a ese sitio, ahora de grande lo hacemos con nuestras familias y se siente bonito, es cómo reparar nuestro niño interior.