Dios! cómo no lo viste cuando vivías allá! De seguro hubiera sido parada obligada.
Pero como dice el refrán, nunca es tarde, si la dicha es buena.
Dios! cómo no lo viste cuando vivías allá! De seguro hubiera sido parada obligada.
Pero como dice el refrán, nunca es tarde, si la dicha es buena.