Fue su último respiro en ese cuerpo. Maram sabía que iba a pasar, ya no podía más, un último instante a solas con su amado. Ya no había nada que decir, solo aceptar el destino.
Con ternura, su amado la llenó de besos. Besó su frente, sus mejillas, sus labios, su cuello, el centro de su pecho, sus manos y otras zonas de su cuerpo.
Maram, con las últimas fuerzas de su mente, fue contando cada beso, no quería irse y hacía un vano esfuerzo por continuar esa vida. 33 besos, no tuvo fuerzas para decirlo y solo pudo emitir un profundo suspiro.
Su corazón se detuvo finalmente, su amado lloró de forma desconsolada mientras dijo su nombre 33 veces. No se había dado cuenta, hasta ese momento, que ese número siempre estuvo presente en su idilio.
Su amado le dedicó 33 canciones. Siempre las guardó celosamente en una carpeta especial y cada día escuchaba una de forma aleatoria. Su favorita:
ni la muerte nos podrá separar
y nunca la vida nos alcanzará...🎶🎵
Cuando se conocieron tenían cada quien 33 años y esa fue también la cantidad de tiempo que estuvieron juntos en este plano terrenal, pero ahora, el espíritu de Maram debía dejarse llevar por su destino.
Maram fue recibida con amor por los guardianes del cielo, quienes le hicieron comprender muchos misterios de la vida y la muerte. Además, le explicaron que ella había ganado un permiso especial por haberse dejado amar y haber amado en un idilio numéricamente perfecto.
Su premio consistía en poder dar consuelo a su amado en un sueño muy vívido y comunicarle lo que ella quisiera con excepción de todos los misterios que ahora conocía.
Con la ayuda de los guardianes del cielo Maram logró entrar en el sueño de su amado, se despidió de él y le pidió que ya no llorara más y siguiera con su vida, lo besó 33 veces tal como él lo hizo con ella en su lecho de muerte.
El hombre se despertó emocionado y sintió que eso fue más que un sueño, no solo lo sintió, de alguna manera lo supo. Ella estuvo allí y él lo sintió en lo más profundo de su ser.
Gracias por leer.
English
It was her last breath in that body. Maram knew it was going to happen, she could not take it anymore, one last moment alone with her beloved. There was nothing left to say, only to accept destiny.
With tenderness, her beloved filled her with kisses. He kissed her forehead, her cheeks, her lips, her neck, the center of her chest, her hands and other areas of her body.
Maram, with the last strength of her mind, was counting each kiss, he did not want to leave and made a vain effort to continue this life. 33 kisses, he did not have the strength to say it and could only emit a deep sigh.
Her heart finally stopped, her beloved cried disconsolately as she said his name 33 times. She had not realized, until that moment, that this number was always present in their idyll.
Her beloved dedicated 33 songs to her. She always jealously kept them in a special folder and every day she listened to one at random. Her favorite:
nor death will be able to separate us
and life will never catch up with us...🎶🎵
When they met, they were each 33 years old and that was also the amount of time they were together on this earthly plane, but now, Maram's spirit had to be carried by her destiny.
Maram was lovingly received by the guardians of heaven, who made her understand many mysteries of life and death. They also explained to her that she had earned special permission to let herself be loved and to have loved in a numerically perfect idyll.
Her reward consisted in being able to give comfort to her beloved in a very vivid dream and to communicate to him whatever she wished except for all the mysteries she now knew.
With the help of the guardians of heaven Maram managed to enter the dream of her beloved, she said goodbye to him and asked him not to cry anymore and to go on with his life, she kissed him 33 times just as he did with her on her deathbed.
The man woke up excited and felt that it was more than a dream, he didn't just feel it, he somehow knew it. She was there and he felt it in the deepest part of his being.