Me encanta la polenta, porque me trae muchos recuerdos de mi infancia y más específicamente de mi madre. En el campo, el pan no existía prácticamente y mi madre lo suplantaba, con deliciosa polenta, obviamente acompañado con un vaso de leche vacuna recién ordeñada. ¡Manjar!
Me encanto conocer están versión venezolana.
Saludos, amiga