Saludos amantes de las bellas piezas de arquitectura! Hoy me gustaría compartir un recorrido que di hace unos días por el Boulevard de la Virgen de la Consolación de Táriba y la casa Parroquial, es como descubrir lo que esconde detrás esta imponente Basílica. Acompáñenme a descubrirlo.

Todo comenzó porque mi hija de 4 años quería ir a visitar la iglesia. Es una pequeña muy traviesa y mientras los creyentes estaban en misa, ella corría por toda esta gran iglesia.

Dejaron que pasara para un enorme patio y mientras ella corría yo hice las fotografías para contarles la bonita estructura que está detras de la basílica.

Un Boulevard que antiguamente estaba abierto al público. Las personas creyentes, que en esta ciudad es la mayoría de la población, venían a dejar a la Virgen algunos objetos personales como promesas cumplidas. La cantidad de objetos dio la idea de abrir un museo y este Boulevard es el que resguarda todas esas reliquias en unas vitrinas de cristal.

Del lado izquierdo del largo pasillo vemos unos preciosos murales en 3D que representan la historia de como la imágen Virgen apareció en un trozo de madera.

Me encanta de estos murales los cuidados detalles que utilizó el artista para crearlos. Esta obra, en la que se utilizó cabilla fina, cemento, piedra y yeso, es una de las muchas joyas que guarda la Basílica de Táriba.

Las jardineras, la fuente, las vitrinas de cristal en el lado derecho, los faroles, el monumento de la Virgen con el busto del sacerdote que tuvo la iniciativa de crear el Boulevard. Todo se integra tan perfectamente en este lugar.

Bajando un tramo corto de escaleras, llegamos a la casa Parroquial, mi hija estaba buscando el gato de la iglesia que parecía llamarla. Nunca había tenido la oportunidad de entrar a esta bonita casona.

Los corredores al estilo colonial formando un cuadro descubierto que es el patio central, me encantaron. Las columnas y el piso de terracota pulida le dan ese toque contemporáneo a la construcción.

Me di cuenta de que el techo fue sustituido por placa, anteriormente las casas coloniales tenían un techo de Bahareque que es una mezcla de barro y caña. Este techo con el tiempo se deterioraba y se desplomaba sobre las casas.

A pesar de que ahora es de placa de cemento, mantienen la misma forma y estructura simulando lo antiguo de la construcción, incluso tiene las tejas encima. Es una de las cosas que más me gusta de las construcciones coloniales.

Las ventanas de madera rústica y antigua con esos vidrios de colores, me encantaron. Las ventanas dan del comedor al patio central, pero son más para resguardar la madera antigua de los muebles del comedor, ya que todo lo demás está al descubierto sin paredes.

Este bonito recorrido con mi hija me sirvió para descubrir estas piezas de arquitectura que no tenía idea de que estaban detrás de la iglesia. Me gustó mucho y después no queríamos salir allí.

Espero les guste este recorrido. Nos vemos en una próxima oportunidad. Chao!