


English
Hello to all my hivers, welcome once again to my blog. Last Saturday, started with a sunny and energetic morning, perfect for a family outing. After doing some shopping at the supermarket, where we filled our bags with delicious products, we decided it was the ideal time to enjoy a nice lunch together.
We headed to Chicken Guy, a place known for its tasty, crispy chicken pieces and wide variety of sauces. Upon entering, the atmosphere was cheerful and welcoming, which we settled at a large table, ideal for sharing.
As we placed our order, the excitement grew as we chose from the different options on the menu: fried chicken, sandwiches and, of course, the famous french fries. We each chose our favorite dish, and it wasn't long before we saw our food arrive at our table.
As we enjoyed the delicious food, we shared anecdotes and laughs. Each bite of crispy chicken was accompanied by lively conversation about our market purchases, plans for the week, and family memories. Sauces became a fun topic as we each had our favorite and challenged each other to try the spiciest ones.
The time flew by with laughter and good times. When we finished, we ordered a dessert to share, which added a sweet touch to our meal. The evening felt perfect, full of love and family connection.
Finally, we left Chicken Guy with full stomachs and happy hearts, grateful for those shared moments that always remain etched in our memories. It was a memorable Saturday that celebrated the joy of being together.
Español
Hola a todos mis los hivers, bienvenidos una vez más a mi blog. El sábado pasado, comenzó con una mañana soleada y llena de energía, perfecta para una salida familiar. Después de hacer algunas compras en el supermercado, donde llenamos nuestras bolsas con deliciosos productos, decidimos que era el momento ideal para disfrutar de un buen almuerzo juntos.
Nos dirigimos a Chicken Guy, un lugar conocido por sus sabrosas y crujientes piezas de pollo y su amplia variedad de salsas. Al entrar, el ambiente era alegre y acogedor, el cual nos acomodamos en una mesa amplia, ideal para compartir.
Al hacer nuestro pedido, la emoción creció al elegir entre las distintas opciones del menú: pollo frito, sándwiches y, por supuesto, las famosas papas fritas. Cada uno eligió su plato favorito, y no tardamos en ver cómo llegaban a nuestra mesa la comida.
Mientras disfrutábamos de la deliciosa comida, compartimos anécdotas y risas. Cada bocado de pollo crujiente estaba acompañado de una conversación animada sobre nuestras compras en el mercado, los planes para la semana y recuerdos familiares. Las salsas se convirtieron en un tema divertido, ya que cada uno tenía su favorita y nos retábamos a probar las más picantes.
El tiempo pasó volando entre risas y buenos momentos. Al terminar, pedimos un postre para compartir, lo que añadió un toque dulce a nuestra comida. La tarde se sintió perfecta, llena de amor y conexión familiar.
Finalmente, salimos de Chicken Guy con el estómago lleno y el corazón contento, agradecidos por esos momentos compartidos que siempre quedan grabados en la memoria. Fue un sábado memorable que celebró la alegría de estar juntos.
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