En el corazón de un jardín, de una plaza, o en el oasis de un lejano desierto. Donde la naturaleza susurra antiguas melodías, se encuentra una fuente mágica. No es una fuente ordinaria; es el hogar de una singular historia de amistad. Una narrativa que fluye como el agua misma.
La fuente, construida con bordes de concreto y llena de piedras multicolores, es un santuario para las almas que buscan serenidad. Las piedras, cada una con su propio pasado geológico, son testigos silenciosos de los secretos del jardín. Azules como el océano profundo, marrones como la tierra fértil y grises como el crepúsculo, estas piedras han sido moldeadas por el tiempo y los elementos, por el mismo hombre.
El agua, elemento vital, brota a través de tuberías ocultas, creando un ballet de pequeños chorros que se elevan y caen en un ciclo eterno, «cuando esta funciona». Este espectáculo no es solo visual, sino también un proceso científico en acción, «producto de la tecnología y evolución del hombre». La erosión suave del agua libera minerales de las piedras, enriqueciendo el ecosistema circundante y nutriendo la vida que florece en sus márgenes.
En esta fuente, una historia de amistad y ciencia se entrelazan. Se cuenta que una mujer de seudónimo @sacra97, de profesión científica, fascinada por la belleza y la complejidad de la naturaleza, encontró en esta fuente la inspiración para sus investigaciones. Ella estudiaba las interacciones entre el agua y las rocas, buscando comprender cómo estos procesos simples, pero poderosos, podían sostener la vida.
Un día, mientras @sacra97 se sumergía en su trabajo, un visitante llegó al jardín. Un fotógrafo que, sin pensarlo dos veces, tomó su cámara y capturó el resplandor de la fuente. @lanzjoseg, fue atraído por la promesa de colores y formas que solo un lugar como este podía ofrecer. Al ver a @sacra97, «la científica», quedó cautivado no solo por su dedicación, sino también por la pasión que emanaba de su ser.
Juntos, @sacra97 y @lanzjoseg, exploraron los misterios de la fuente, no sin antes de publicar la imagen para que otros entusiastas observadores (@alfrin, @miguelreinierp2, @mariperez316, @blanca56, @layac13, @chironga67, @yaslenysofia, @zorajaime, @siondaba, @nairimcabmer, @irenenavarroart, @tjnotas, @yasmarit, @suezoe, @miguelc88, @yancar, @dlizara, @lmir1965, @pashinni, @petrica33, @yetsimar) se deleitaran. Ella le enseñó los secretos de la ciencia, y él, le mostró cómo ver el mundo a través del objetivo de una cámara. En la confluencia de sus dos mundos, encontraron una amistad pura y refrescante como el agua de la fuente.
La historia que nació en lo virtual sigue viva en el mundo real. Viva en cada gota de agua que salpica y en cada piedra que brilla bajo el sol. Es un recordatorio de que lo real y virtual como la ciencia y el arte de la fotografía, aunque diferentes, son como el agua y las piedras, «esenciales el uno para el otro, creando juntos una armonía que perdurará en el tiempo».
Bienvenido todos a esta, mi participación de la semana en el TopFiveFamily, si es de tu agrado participar, aún estás a tiempo, este es el enlace Observa⇾Piensa⇉Escribe. Recuerda cumplir las reglas…
CRÉDITOS:
Imagen: propiedad @lanzjoseg
Arte del Título: CoolText