A veces las cosas más sencillas nos alegran el día, un paseo al parque de diversiones puede llenarnos de experiecias nuevas, comer algodón de azúcar trae sensaciones que se quedan entre nuestros recuerdos más apreciados.
Muchas veces el dinero no nos alcanza pero hacemos pequeños sacrificios para ofrecer a nuestros hijos todas las experiencias normales de la infancia.
Uno de mis hijos, el que esta acompañándome aquí en Venezuela cumplió años el 14 de septiembre, así que ese día fui a buscar alguna fotografía para colocar en mi perfil como un recordatorio y celebración de ese día.
A él no le gusta que le tome fotografías en la actualidad y trato de respetar eso, aunque de vez en cuando tomo alguna al descuido. Tengo unas cuantas por allí.
Ese día en el parque la pasamos muy bien hasta yo me monte en una de esas ruedas, mi cartera estuvo a punto de salir volando y caerse de las alturas, yo no iba preparada para subirme a eso. He visto en Plaza Mayor caerse celulares de alguna chica mientra trata de tomarse una foto. Simplemente cae y se destroza en pedazos.
La verdad la pasamos muy bien, por la cara de asombro de mi hijo puedo decir que paso un día muy especial con sus hermanos.
Uno debe estar muy atenta en estos espacios es muy fácil perderlos de la vista, aunque en esos años no se veía las cosas que vemos en la actualidad, pero igual uno estaba muy pendiente de los niños.
Luego en la noche le picamos la torta, piñata y por supuesto quesillo y gelatina.
Esta es mi participación en el concurso que nos trae buenos recuerdos y nos hace revisar el álbum de fotografías: Concurso TBT una foto una historia