La imagen me trajo hermosos recuerdos de mi infancia cuando íbamos para una isla cercana, donde un tío había construido una casita. Allí solo se podía llegar por barco. Tanto insistí que me dejaran ir a mis papás que por fin conseguí el permiso para ir con mis primo.
Para mi iba a ser una experiencia nueva. No conocía lo que era un mareo, ni vomitar por el movimiento de las olas. Por suerte en esa ocasión yo no sentí nada. No puedo decir lo mismo de otros primos que dejaron el desayuno a los peces, al soltar todo el contenido de su estomago por un lado del barco. Casi 45 minutos nos llevo el traslado.
La lancha era bastante sencilla pero tenía mucho espacio para la cantidad de primos que íbamos, nadie llevaba salva vidas puesto pero sabíamos donde estaban. Fue de las primeras instrucciones que recibimos. Y una pregunta bastante normal: ¿todos saben nadar? Unos estaban de pie mirando el paisaje y los que vomitaban sentados.
Llegamos a un pequeño muelle construido por los cuidadores del lugar, había otra pequeña casa donde vivía la pareja que cuidaba el lugar. Aquello era casi una playa privada. Había unas matas que salían de la orilla de la playa, los primos mayores las llamaron manglares. A mi no me gustaron para nada, cuantos bichos podrían estar ocultos por allí.
Después de instalarnos y ponernos más protector solar por ordenes de los mayores, salimos a caminar e investigar las zonas rocosas. Allí entre las rocas observe algo con brazos largos y que cambiaba de color, yo solo lo había visto en los libros. Era un gran pulpo.Después de muchos intentos los primos lo atraparon dijeron que quedaría sabroso para la paella que iban a preparar mis tíos más tarde. Ese día no comí paella. Por suerte mi tía había traído pan con jamón y queso.
La parte más divertida era lanzarse del muelle, pero tuvimos que esperar una hora porque acabábamos de comer. ¿Típico verdad?
Cuando regresábamos del viaje encontramos unos pescadores varados, así que mis tíos le lanzaron unas cuerdas y los remolcamos. Tuvimos que bajar la velocidad por el arrastre extra, tardamos más de dos horas en llegar. Por lo menos ganamos buen karma al ayudar a los pescadores.
Les comparto el post del reto: Mi entrada al concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe.