No hay forma de decirlo suave. Cada vez que llegamos al final del año, la cuenta vuelve a comenzar y todos los planes tienen que volver a ser escritos y remendados. Cuando veo hablar sobre temas que no conozco como que tu blog debe ser una marca personal, algo que la caracteriza, me encuentro entre la espada y la pared.
Cuando un visitante entra en mis páginas encuentra a una persona que simplemente experimenta diferentes opciones y letras. Un día le da por tratar de escribir poesía, otro día escribe una historia y otras veces una anécdota. Es así como hay días que quiere aportar cielos peculiares con nubes o atardeceres desde su rincón más sagrado su hogar.
Podemos encontrar fascinación por un jardín rebosante de flores, como a veces la simple preocupación por una planta que no quiere echar pa" lante. El solo ejercicio de atrapar las mejores poses de las flores en el jardín se vuelve todo un descubrimiento de las nuevas artes.
Y la mejor diversión son las fotografías a las mascotas, aquellos momentos que deseas atrapar y que pasan tan rápidamente que resulta difícil tener la toma.
No quiero acudir a mi espacio y encontrar un mismo tema, me gusta compartir alguna buena serie o película de esas que nos deja el impacto al verla o simplemente dar una opinión personal de alguna que no dejo nada de emoción.
No puedo faltar a mi cita diaria, yo debo tener un cultivo de café, porque a diario visito las salas del discord compartiendo el saludo mañanero y la tacita de café. Aunque seguramente vieron mi colección de tazas así que puedo repartir café a todos mis amigos.
La verdad es que para crecer en #hive se requiere mucho esfuerzo y cariño para llegar del trabajo y tener ganas de sentarse a escribir volcando un don que no sabemos si tenemos pero que en nuestro deseo de escribir se vuelve cada día más fuerte. Es simplemente la mejor terapia del mundo.
Mi espacio es variado y así lo construí para mi disfrute y el de los visitantes que se divierten con mis locuras de letras sencillas y tratando de aprender a decir las cosas suavecito, suavecito, pero con la verdad por delante. Vaya que si cuesta lograr mantenerse despierta, atrapando letras en la noche.