Creo que las hallacas tienen ese recuerdo de las abuelas intrínseco. En mi casa, la abuela era la mandamás, ella supervisaba a todos y daba el visto bueno, mientras que con la mamá de mi papá era un show, pues siempre decía que no haría, y terminaba haciéndolas a última hora, entonces mamá se iba a casa de ella para ayudarla, pues a ella no le gustaba tanta gente en el proceso.