One of the places truly worth visiting for a good pork dish is Puerquito Grill—a small restaurant located in the western part of Barquisimeto. You’ll find it precisely on 56th Street, between 21A and 22.

Upon arriving, I noticed the restaurant had undergone a rebranding process. It now features an enclosed and more comfortable structure—one I found more appealing. My uncle invited us to eat there, and of course, I couldn’t say no.

As we stepped inside, we immediately sensed the restaurant's modern design. They had repurposed their original furniture and lined the walls with an elegant, refined material. Orange chairs added a splash of vitality to the environment—a notable detail.

The lighting inside was warm and sufficient. I'd describe it as tastefully noticeable. Interestingly, there was a kind of beautiful imbalance among the colors and textures used in the decor. This was mainly due to the mix of materials and furniture styles, creating a certain chaotic charm.

We chose a spot that gave us a full view of the space, perfect for relaxed conversation. As we sat, the waitress handed us the menu. The design hadn’t changed; it was the same one I’d seen on previous visits.

One detail I’ve always liked about this place is the glass that holds the napkins. It reads, "Here everything is at the hair of the pig," (Aquí todo está al pelo de cochino), a popular and endearing Venezuelan saying. I love how it captures and celebrates our local way of speaking.

The glass itself is beautiful, with a sleek design featuring the restaurant’s logo—charming and effective—along with their Instagram handle. I took a few photos of it; it’s the kind of detail that could become iconic in any restaurant setting.

We ordered the following: a portion of fried mini arepas filled with pork, 200 grams of shredded pork, 400 grams of fried pork, cheese, shredded salad, and a Coke. Our food took about 15 minutes to arrive.

During that time, we chatted and shared thoughts about the restaurant’s remodeling, which we found quite fascinating. After 15 minutes, the waitress brought the food to our table, and each dish was distinctive.

The pork arepas looked and tasted amazing. Both the fried and shredded pork were absolutely delicious. The presentation of each dish was unique—every restaurant has its own signature, and that’s what shapes its brand identity.

Each dish was well-balanced, particularly in portion size. Everything we ordered was meant for three people, and it felt just right. Pork, if consumed in excess, can be quite heavy on the body.

As I tasted each item, I served myself carefully and evenly—I'm someone who enjoys balance. We were all satisfied with the meal. It was fresh and flavorful.

In the end, only one arepa remained. Naturally, I had to eat it—everyone else was full, and I wasn’t going to waste the chance. Of course, that meant a more intense workout session for me later at the gym.

Puerquito Grill is a pleasant place—perfect for enjoying a delicious meal and a meaningful moment. You can chat in peace, and best of all, it’s very affordable. My uncle didn’t spend more than 25 USD in total.

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SPANISH VERSION (click here!)

Frituras, Cochino y Sabor Criollo en Puerquito Grill

Uno de los lugares en donde vale la pena comer un buen plato de carne de cerdo es Puerquito Grill. Un pequeño restaurante en el oeste de la ciudad de Barquisimeto. Este restaurante se encuentra exactamente ubicado en la Calle 56 entre 21A y 22.

Al llegar al restaurante, pude notar que había pasado por un proceso de rebranding. Ahora el restaurante posee una edificación cerrada y más cómoda. Puedo decir que se siente más atractiva. Mi tío decidió invitarnos a comer, por eso no podía negarme.

Entramos y notamos que el restaurante posee un diseño moderno. Usaron los muebles que tenían y revistieron las paredes con un material noble. Cuando digo noble, me refiero a que era elegante. Además, incorporaron sillas de color naranja para dar vitalidad al entorno. Eso es algo destacable.

Las luces que iluminaban el interior del restaurante eran lo suficientemente apreciables. Yo diría que lo suficientemente notable. Debo decir que había un desequilibrio magnífico entre los colores que usaron para decorar el interior del restaurante. Este desequilibrio era causado primordialmente por la diversidad de materiales y mobiliarios. Entre el caos se generaba un extraño atractivo.

Decidimos sentarnos en un lugar donde pudiéramos apreciar todo el lugar y conversar tranquilamente. La mesera, una vez que nos sentamos, nos entregó el menú. El menú no era estético; seguía siendo el mismo que había visto anteriormente. Ya había comido aquí con anterioridad.

Uno de los detalles que me gusta de este restaurante es un vaso donde colocan las servilletas. Este vaso dice: Aquí todo está al pelo de cochino. Este es un modismo venezolano muy popular y atractivo. Me encanta porque conserva y exalta nuestra forma de hablar.

El vaso es muy lindo, posee un estilo envolvente y muestra el logo del restaurante, que es muy atractivo. Además, de la dirección o ID de Instagram. Tomé algunas fotografías porque es un vaso atractivo. El modelo es perfecto y se puede considerar perfectamente si tienes un restaurante.

Ordenamos lo siguiente: un servicio de arepitas fritas hechas con carne de cerdo, un servicio de 200 gramos de cochino deshidratado, 400 gramos de cochino frito, queso, ensalada rallada y una Coca-Cola. Nuestro pedido tardó aproximadamente unos 15 minutos en ser preparado.

Mientras pasaba todo este tiempo, simplemente la conversamos y hablamos un poco de la remodelación del local, que era muy interesante. La mesera colocó al pasar los 15 minutos la comida en la mesa. Cada uno de los platos era único.

Las arepas de cochino se veían y sabían increíbles. El cochino frito y el cochino deshidratado eran demasiado deliciosos. Además, la presentación de cada uno era diferente. Cada restaurante prepara su comida de manera única. Es lo que define cada marca e identidad.

Cada plato estaba muy bien equilibrado. Principalmente por la cantidad de porciones, todo lo que ordenamos era para tres personas y creo que era la cantidad adecuada. El cochino, cuando se come en exceso, puede generar una descomposición física.

A medida que iba probando cada uno de los platos que ordenamos, me servía en el mío una porción. Todo equilibradamente; soy una persona que le gustan las cosas de este modo. Todos quedamos satisfechos con la comida. Estaba fresca y deliciosa.

Al final, solo quedó una arepa en el plato. Ni modo, me la tuve que comer yo porque los demás estaban llenos. No iba a perder la oportunidad. Claro, esto significó para mí una jornada intensa de entrenamiento en el gimnasio.

Este restaurante es un lugar agradable. Donde se puede tener una comida deliciosa y un momento apreciable. Puedes conversar tranquilamente, además de que es muy económico. Mi tío no gastó más de 25 USD en total.

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