Esta publicación despierta sentimientos encontrados. La última vez que comí chicharrón fue en vísperas de un chequeo médico y me puso en trance de aceptar un tratamiento para bajar los niveles de colesterol y triglicéridos. Por fortuna, en el siguiente examen, años más tarde, salí aprobado incluso en los niveles de azúcar, a pesar del sobrepeso.
Como ya será tarde para pedir que me guardes una porción, solo dire que otro día me avise.
Hoy hay una gran controversia acerca de las grasas y las ventajas de usar las de origen animal o vegetal, ya no me preocupo por el tema, los transgénicos y otros demonios invaden la tierra, el agua, el aire, los animales y vegetales, incluso los hongos, así que no hay escapatoria ni en la Antártida.
Feliz día y buen apetito.