Con la ola de calor que está pasando Argentina, el ir por un helado o algo refrescante no es un pecado sino una necesidad.
Y con mi hijo, luego de salir a comprar algunas cosas en mi último día libre del año, decidimos pasar a refrescarnos con un helado en un local con aire acondicionado.
El mas cercano que encontramos fue Mostaza y luego de pedir en la maquina y abonar con mercado pago, fuimos al mostrador a retirar el pedido.
Ya eran las 7 pm, pero una de las ventajas del verano es que a esa hora todavía hay luz de día, por lo que nos sentamos a degustar con calma nuestro postre.
Él pidió un cono maxi de doble sabor, y yo pedí un shake de sabor Dubái, muy similar al helado que probé en días pasados en otra sucursal de Mostaza, y que en esta versión de malteada resultó también muy deliciosa, pues la salsa de pistacho le da un toque maravilloso al sabor del helado.
Como pedí un extra de crema, aprovechamos mi hijo y yo para comerla con el dedo, hasta que quedara poquita y la revolví con el resto de la malteada.
Estuvimos hablando mi hijo y yo sobre lo que quisiera estudiar cuando salga de primaria, ya que me toca buscarle cupo en el secundario, sea el tradicional o en una técnica, como está su hermano, y él todavía no se decide sobre lo que desea hacer.
Pero en medio de la charla, me dice "mami, ¿te has dado cuenta que este será nuestro último helado del año?" y realmente tenía mucha razón en ello, pues los siguientes días me tocará trabajar ambos turnos y no podremos salir de paseo sino hasta el viernes, que ya será 2026.
Por eso, aprovechamos de brindar con nuestros helados, por todo lo que nos dio este año que ya casi termina, y por todas las cosas buenas y los proyectos que tenemos para el año que está por empezar.
With the heat wave currently sweeping Argentina, going out for ice cream or something refreshing is not a sin but a necessity.
After going out to buy a few things on my last day off of the year, my son and I decided to cool off with some ice cream in an air-conditioned shop.
The closest one we found was Mostaza, and after ordering from the machine and paying with Mercado Pago, we went to the counter to pick up our order.
It was already 7 pm, but one of the advantages of summer is that it's still light out at that time, so we sat down to enjoy our dessert at our leisure.
He ordered a double-flavored maxi cone, and I ordered a Dubai-flavored shake, very similar to the ice cream I tried a few days ago at another Mostaza branch, and this milkshake version was also very delicious, as the pistachio sauce adds a wonderful touch to the flavor of the ice cream.
Since I ordered extra cream, my son and I took advantage of it to eat it with our fingers until there was very little left, and then I stirred it into the rest of the milkshake.
My son and I were talking about what he would like to study when he finishes elementary school, since I have to find him a place in secondary school, either traditional or technical, like his brother, and he still hasn't decided what he wants to do. But in the middle of the conversation, he said to me, “Mom, have you realized that this will be our last ice cream of the year?” And he was absolutely right, because over the next few days I will have to work both shifts and we won't be able to go out until Friday, which will already be 2026.
So we took the opportunity to toast with our ice cream, for everything this year that is almost over has given us, and for all the good things and projects we have for the year that is about to begin.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
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