Happy day to everyone who is part of this wonderful culinary community. I hope you are enjoying a wonderful weekend, full of flavors that comfort the soul and moments that nourish the heart.
Like every Saturday, my husband and I went to the supermarket to do our weekly shopping. It's a ritual we enjoy: strolling through the aisles, choosing fresh ingredients, and stocking our kitchen with everything we need for the week. But this time, the day took an unexpected turn.
While accompanying my husband on some extra errands, I started to feel unwell. Nothing serious, but those symptoms that herald a cold appeared: weakness, chills, and zero desire to cook. Lunchtime was approaching, and all I wanted was something warm and comforting… a good soup.
My husband, always attentive, took me to Saturno, a hypermarket located in the Sierra Maestra area. In addition to its wide variety of products, it has a small restaurant that, although modest, has a cozy and welcoming atmosphere. It's one of those places that doesn't need frills to offer a warm and welcoming experience.
I ordered chicken soup, which was truly delicious. The broth was flavorful, well-seasoned, with generous pieces of chicken. It was just what I needed, a comforting home-cooked meal served with care.
My husband, with his usual hearty appetite, ordered fried rice to share. And since it's also a big hit at home, he ordered another one to go. The rice was fluffy, flavorful, and full of ingredients that made it irresistible. None of those mushy rice dishes that disappoint: this one had character.
It was a simple lunch, but full of meaning. Sometimes it's not about grand banquets, but about those dishes that arrive at just the right moment, when your body craves them and your soul appreciates them.
Thank you for reading. I hope this little story brought a smile to your face or reminded you of a similar moment. See you in the next post, with more stories, flavors, and recommendations for enjoying life through food.
The pictures are of my authorship taken with my Samsung A 12 cell phone
Text translated with the translator Deepl
English Español (Click here!)</>
Feliz día a todos los que forman parte de esta maravillosa comunidad gastronómica. Espero que estén disfrutando de un excelente fin de semana, lleno de sabores que reconfortan el alma y momentos que alimentan el corazón.
Como cada sábado, mi esposo y yo salimos al supermercado para hacer nuestras compras semanales. Es un ritual que disfrutamos: recorrer los pasillos, elegir los ingredientes frescos, y abastecer nuestra cocina con todo lo necesario para la semana. Pero esta vez, el día tomó un giro inesperado.
Mientras acompañaba a mi esposo en unas diligencias adicionales, empecé a sentirme mal. Nada grave, pero esos síntomas que anuncian un resfriado se hicieron presentes: cuerpo débil, escalofríos, y cero ganas de cocinar. Se acercaba la hora del almuerzo y lo único que deseaba era algo caliente, reconfortante… una buena sopa.
Mi esposo, siempre atento, me llevó a Saturno, un hipermercado ubicado en el sector de Sierra Maestra. Además de su variedad de productos, cuenta con un pequeño restaurante que, aunque modesto, tiene un ambiente acogedor y familiar. Es de esos lugares que no necesitan lujos para ofrecer una experiencia cálida.
Pedí una sopa de pollo, que realmente buena. El caldo estaba sabroso, bien sazonado, con trozos generosos de pollo. Fue justo lo que necesitaba, un remedio casero servido con cariño.
Mi esposo, con su apetito habitual, pidió un arroz chino para compartir. Y como en casa también gusta mucho, pidió otro para llevar. El arroz estaba suelto, con buen sabor, y lleno de ingredientes que lo hacían irresistible. Nada de esos arroces apelmazados que decepcionan: este tenía personalidad.
Fue un almuerzo sencillo, pero lleno de significado. A veces no se trata de grandes banquetes, sino de esos platos que llegan en el momento justo, cuando el cuerpo lo pide y el alma lo agradece.
Gracias por leerme. Espero que este pequeño relato les haya traído una sonrisa o les haya recordado algún momento similar. Nos vemos en la próxima entrada, con más historias, sabores y recomendaciones para disfrutar la vida a través de la comida.
Las fotografías son de mi autoria tomadas con mi teléfono móvil Samsung A 12
Texto traducido con el traductor Deepl
