Aplauso en cascada
Los espacios del teatro simplemente huelen diferentes, las butacas, las cortinas son viejas, son lugares destinados para ofrecer emociones que nos hacen sentir sentimientos por los actores. Nunca sabremos los problemas que ellos padecen, lo ocultan con su arte y un buen maquillaje. En el estado final sólo esperan bañarse de aplausos.
Celebrando la vida llena de oportunidades,
son encuentros valiosos y únicos
pasiones para expresar contenido,
que nos llevan sobre el escenario.
Podemos contar cuentos e historias,
podemos sacar lo mejor de nosotros.
Cuando terminan los cuentos,
vienen los aplausos en cascadas,
lo más difícil es llevarnos los rostros;
que pasan por tristeza, búsqueda
hasta llegar al lugar más feliz,
de allí no saldrán, hasta golpear sus manos.
Cada día que pasa sobre el escenario
esta lleno de inquietantes estímulos
que nos hacen ver la luz al final del túnel,
todo el panorama se vuelve energía,
un intercambio de voces;
que nos llegan hasta el alma.
Al bajar del escenario,
asumes la vida diaria
la vida continua y fluye,
en días buenos y no tan malos.
Sólo cuando volvemos a subir
resuenan los aplausos en cascada.