Según Don Armando Scannone el "hors devours"
emblemático de Venezuela, los tequeños son bastones de queso cubiertos en una masa de harina de trigo enriquecida con huevo y margarina que se fríen en aceite hasta quedar de su característico color dorado. Acompañan cada reunión, desde pequeños cumpleaños, hasta grandes y lujosas bodas y es una receta que jamás debe faltar en nuestro repertorio.
Para la masa.
- Harina 1 Kg
- Azúcar 80g
- Margarina 80 g
- Sal 30 g
- Huevo 1 unidad
- Agua 340 ml ( puede sustituir por leche si desea un color más oscuro y un sabor más dulce )
El primer paso es integrar los ingredientes secos, la harina, azúcar, y la sal y agregar a la batidora con un gancho. Seguidamente colocamos el agua y el huevo, y cuando la masa comience a estar homogénea colocamos la margarina y esperamos que todo se integre.
Es muy importante tomar en cuenta: la masa es de baja hidratación, por lo tanto es muy pesada, si el equipo para amasar con el que cuentan no es semi profesional o profesional está masa podría dañar los engranajes internos, en este caso usamos una Kitchenaid Industrial, pero no recomendamos usar equipos más pequeños para este tipo de masa, de ser necesario simplemente integre los ingredientes a mano y realice un amasado cruzado ( francés ).
Una vez nuestra masa esté lista la envolvemos en papel film y la dejamos reposar en la nevera por dos horas para facilitar el trabajo.
Ya reposada pasamos a retirar la masa en una superficie con harina, si posee una laminadora Isela hasta obtener una masa de un milímetro de espesor, en mi caso no poseo uno así que utilice un rodillo que me permitió obtener dos milímetros.
Recomiendo enrollar la masa y cortarla en tiras para facilitar el enrollado del queso.
El queso de debe cortar en bastones del mismo tamaño, se les pasa una tira que los cubra, y luego de envuelven en su característica forma de enrrolladito.
Luego se fríen en aceite preferiblemente a unos 165° Celsius, por 3 minutos o hasta quedar bien dorados, se sacan del aceite y de ponen en papel absorbente.
Por último servimos, normalmente en mi ciudad natal se comen con salsa tártara, para esta oportunidad sin embargo los presento con salsa de tomate, un clásico en algunos lugares de comida rápida.
Este pequeño pasapalo está arraigado a nuestra gente y nuestra cultura, es todo un orgullo poder presentar esta receta, como sera una gran alegría escuchar en los comentarios de quién pruebe está receta, recomiendo un queso blanco seco y poco salado.
Muchísimas gracias y hasta la próxima.
